17 de octubre de 2014

Ohaguro: cuando los dientes negros eran signo de distinción

Como ocurre con el aspecto físico en general, lo que hoy es considerado signo de salud o belleza no siempre lo ha sido en otras épocas o lugares del mundo. ¿Qué pensarías de una mujer con los dientes totalmente negros? Pues hace siglos, en algunos puntos de Asia y, en especial, en Japón, era símbolo de belleza y distinción social o, incluso, una tradición entre las féminas ya casadas.
El ohaguro –que es como se llamaba esta técnica ancestral– conseguía tornar de color negro azabache los dientes como un símbolo de elegancia. Esto se conseguía con una fórmula que, con variaciones dependiendo de la zona geográfica, estaba realizada a base de óxido de hierro, sake y té. La operación de tinte se repetía periódicamente, incluso durante años. Curiosamente, algunos expertos creen que esta operación podía retrasar la aparición de caries y algunas enfermedades bucodentales al crear una barrera física contra las bacterias.
Las primeras referencias del tintado de dientes han sido encontradas en restos prehistóricos. El ohaguro como tradición comenzó en la edad Heian (794-1185) cuando las mujeres de la nobleza ya se teñían sus dentaduras. Entonces, esta técnica estaba restringida a las clases altas y, aunque en principio solo la realizaban las mujeres, pronto los hombres incorporaron esta costumbre.


Esta técnica estaba restringida a las clases altas y, aunque en principio solo la realizaban las mujeres, pronto los hombres incorporaron esta costumbre

Los famosos samuráis también se sumaron a esta costumbre y, con ella, mostraban lealtad a su señor.
Siglos después, en la época Edo (1603-1867), el ohaguro era ya común entre las mujeres casadas, independientemente de su clase social. Para conseguir el efecto deseado, en el momento adulto las niñas comenzaban a teñirse los dientes entre los 8 y 10 años, edades en las que no era infrecuente que se celebraran matrimonios de conveniencia.
En la era Meiji (1868-1912), esta costumbre fue desapareciendo, puesto que una ley de 1870 la declaró ilegal. Actualmente, el ohaguro únicamente puede verse en los hanamachi –o barrios donde viven y trabajan las geishas–, en películas o en representaciones de teatro clásico japonés, en donde utilizan tinta mezclada con dentífrico.
Aunque el ohaguro está íntimamente ligado a Japón, esta costumbre de teñir de negro los dientes se extendió por otras zonas de Asia como Vietnam, Laos, Tailandia o algunas islas del Pacífico.
Se dice que la costumbre de las japonesas de taparse la boca con la mano cuando se ríen tiene como origen el ohaguro. No era una costumbre del agrado general y algunas ocultaban sus dientes cuando hablaban o reían.

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