22 de octubre de 2014

Intolerancia al gluten y salud bucodental

La intolerancia crónica a la ingesta del gluten –también llamada enfermedad celíaca– es una afección autoinmune que afecta al sistema digestivo humano, imposibilitando la digestión correcta de una proteína presente en muchos de los cereales que están en nuestra dieta.
Aunque afecta principalmente a la digestión y, por supuesto, a la dieta de los celíacos, también incide, y es una faceta poco conocida, en la salud bucodental.

Esta circunstancia puede, sorprendentemente, ayudar a detectar precozmente esta enfermedad en los niños, puesto que, si se presentan ciertos síntomas, podrían estar relacionados con esta afección. Un retraso en la erupción dental, inflamaciones de la mucosa bucal, aparición de aftas muy frecuentes y un esmalte áspero y descolorido con manchas amarillas o marrones, pueden ser pistas para alertarnos y acudir a un especialista.
Las afecciones en los dientes son más frecuentes en los incisivos y los primeros molares, piezas que se forman y calcifican en la época de crecimiento del niño. Y es que esta afectación dental se encuentra hasta en el 71% de los enfermos celíacos, aunque hay que tranquilizar indicando que estos defectos no aumentan el riesgo normal de caries si se tiene una buena higiene bucal.

Las personas celíacas deben prestar atención a su salud bucodental. Esta disfunción digestiva se ha comprobado que causa una mala absorción del calcio, por lo que los defectos estructurales en los dientes suelen ser muy habituales. A pesar de todo, una vez diagnosticada la afección y siguiendo los consejos de nuestro odontólogo, los celíacos pueden disfrutar de una adecuada salud bucodental.
Como es normal en cualquier ámbito de la salud, la prevención y la detección precoz siguen siendo la mejor manera de evitar afecciones o daños permanentes y mucho más difíciles de tratar.

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