21 de abril de 2015

Los beneficios de la irrigación bucal


    

La irrigación bucal es una técnica de limpieza bucodental que consiste en la aplicación directa de un chorro pulsátil de agua (el más común, aunque también hay de chorro directo o continuo, e incluso uno que incorpora microburbujas de aire) que ayuda a eliminar las bacterias (biofilm bucal) depositadas en la superficie de los dientes, el borde de las encías y otros lugares de difícil acceso. Se trata de una acción de higiene dental muy común en los odontólogos durante las consultas, pero que también puede ser realizada a nivel particular por los pacientes en su hogar.

De hecho, la irrigación bucal es considerada un complemento ideal al cepillo dental, porque además de contribuir a la eliminación de placa bacteriana en zonas de difícil acceso, proporciona la máxima sensación de limpieza y frescor. La irrigación bucal está indicada para todas las personas, pero es particularmente beneficiosa para aquellas con necesidades especiales, como pueden ser personas que llevan ortodoncia, coronas o implantes, o los diabéticos.

Además de contribuir a la eliminación de placa bacteriana en zonas de difícil acceso, proporciona la máxima sensación de limpieza y frescor.
Algunos irrigadores bucales, con el fin de adaptarse a las necesidades de cada boca, contienen una boquilla para ortodoncia, una boquilla para la placa que se deposita en zonas de difícil acceso y un limpiador lingual.

Beneficios de la irrigación

El uso de la irrigación bucal aporta grandes beneficios y, gracias a la presión del agua, consigue eliminar una gran cantidad de placa bacteriana ex vivo. Además, para evitar el sangrado gingival, se considera que la irrigación bucal, combinada con el cepillado diario, es una alternativa muy eficaz indicada especialmente en personas con problemas de encías.

Su efectividad también es muy visible en los casos de personas con ortodoncia. En estos casos, al compararse con la limpieza tradicional (cepillado más hilo dental), la irrigación bucal se considera triplemente más efectiva a la hora de eliminar la placa, y su uso junto con el cepillado redujo el sangrado gingival en un 82 %.

Reduce el biofilm bucal (placa bacteriana), lo que disminuye la aparición de caries y otras infecciones bucales.
Proporciona una limpieza intensa cuidando los tejidos bucales.
Ofrece una mayor sensación de limpieza y frescor.
Ayuda a reducir el biofilm de las bolsas periodontales.
Reduce el mal aliento.
Reduce el sangrado y controla la inflamación de las encías en los casos de gingivitis y periodontitis.

Facilita el cuidado e higiene bucal en las personas con necesidades específicas (portadoras de coronas e implantes y aparatos de ortodoncia, diabéticos) al llegar con más facilidad a zonas de difícil acceso.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario